La historia de las tragaperras

"P1250020" (CC BY-ND 2.0) by jamengual

Las máquinas tragaperras llevan ya más de un siglo entre la sociedad como forma de entretenimiento. Aunque lo cierto es que no hay un consenso unánime acerca de cómo, cuándo y dónde vieron la luz por primera vez. Algunas sitúan el acontecimiento en el año 1887 y atribuyen el invento a Charles Fey, que ideó la primera máquina de este tipo en los Estados Unidos, más concretamente en San Francisco, ciudad perteneciente al estado de California. El caso es que el tal Fey, sobre quien sí parece que hay consenso en cuanto a que fue él quien desarrolló la primera máquina, creó un automatismo formado por tres ruedas giratorias que contenían cinco símbolos distintos.

Entre esos cinco símbolos había una Campana de la Libertad, considerada un emblema estadounidense por su importancia y su simbolismo con respecto a la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Esa campana está situada en Philadelphia, justo al lado del edificio en cuyo interior se encuentra la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. El caso es que la inclusión de la campana entre los cinco símbolos de su innovadora máquina fue, precisamente, lo que permitió que esa máquina se bautizara como Liberty Bell. Esta máquina está, a día de hoy, en el Liberty Belle Saloon & Restaurant, situado en el estado de Nevada.

Poco tardó Liberty Bell en ganar popularidad y, con ella bajo el brazo, la historia refleja que fue la chispa que provocó la llama del desarrollo de este tipo de entretenimiento. El éxito trajo, consecuentemente, el alumbramiento de una nueva industria. Una industria a la que, demostrada la rentabilidad de Liberty Bell, se fueron sumando más y más fabricantes, que desarrollaron slots similares a la creada por Charles Fey. Un ejemplo es Herbert Mills, que se encargó de desarrollar un producto muy parecido al de Fey. De hecho, el nombre con el que denominó a su invento, fue también parecido al de Fey. Operator Bell fue la antesala de que para finales de la primera década del siglo XX ya hubiese muchas máquinas tragaperras en establecimientos de distinta índole.


"Las Vegas" (Public Domain) by Daquella manera

El paso del tiempo fue dando a las tragaperras cada vez más popularidad. Sin embargo, poca historia hay escrita al respecto en lo que se refiere al período en el que el mundo observó el advenimiento de dos guerras mundiales en las que Estados Unidos, el país que vio nacer a las tragaperras, se vio envuelto. Una vez pasó la etapa bélica, Occidente vivió una época de desarrollo industrial y tecnológico sin precedentes. Una evolución de la que se beneficiaron también estas máquinas: a principios de los años 60, la primera máquina electromecánica fue puesta en funcionamiento. Bautizada como Money Honey, la invención de Bally Technologies puede ser considerada como la precursora de las máquinas tragaperras actuales.

¿Por qué? Porque fue Money Honey quien ofreció por primera vez al usuario la posibilidad de obtener el premio ganado al instante. Fue sin duda un aliciente para que quienes antes se mostraban susceptibles de echar unas monedas a una máquina, probaran suerte. Tras la evolución electromecánica, llegó, casi como para cualquier producto electromecánico de la época, la evolución electrónica. Este desarrollo hizo posible que las alternativas se multiplicasen en cuanto a métodos y mecanismos. Y así, hasta llegar a la siguiente evolución: la de Internet. Esta última es la que ha hecho posible que, actualmente, para jugar a las tragaperras no haga ni siquiera falta salir de casa. Con un ordenador, smartphone o tableta con conexión a Internet es suficiente. Quién se lo iba a decir al tal Charles Fey.